¿Qué es la mediación?

 La mediación es un concepto muy incomprendido.

Por lo que la gente entiende muy bien lo que cree que es, sobre todo si ha participado en una. Es bastante sorprendente la frecuencia con la que empiezo a hablar de mediación con personas que no tienen ni idea de lo que es, pero tienen la idea errónea de que se trata de una especie de salto en el proceso de negociación, que tal vez implique un regateo y una diplomacia de lanzadera, pero en realidad no es eso.

La mediación, cuando se hace bien, es una cosa muy diferente. Es realmente una conversación facilitada con una persona independiente. Dudo en decir, con alguien que ayuda a las partes a escucharse mutuamente y a animarlas a encontrar formas de colaborar para salir de la situación en la que se han metido.

La mediación es un proceso muy centrado en el futuro.

A diferencia de la mayoría de los procesos internos, por ejemplo, los procedimientos judiciales o los procesos en el lugar de trabajo, que tienden a ser muy investigativos y a analizar las quejas o los procesos disciplinarios.  Casi siempre comienzan con algún tipo de intercambio de pruebas o de investigación, que básicamente consiste en ver quién tiene razón y quién no, lo que para las partes que están en conflicto suele ser un proceso muy estresante.

La mediación tratará de resolver los problemas y preocupaciones pendientes. A veces se me pide que vaya más allá de cómo las partes han llegado a donde están y que ayude a las partes a encontrar un camino para resolver sus problemas. Cuando la mediación se hace bien, es un proceso que requiere que las personas sean bastante introspectivas y reflexionen sobre sus propios defectos. Puede ser muy doloroso y difícil, pero es sorprendente lo catártico que puede ser

Las estadísticas lo confirman. Más del 90% de los casos se resuelven, lo cual es impresionante y muy alentador.